Parece que después de un "veroño" bastante largo ya ha comenzado el tiempo de salir a la calle como una auténtica cebolla. Las capas de camisetas, camisas y chaquetas, los guantes que no te dejan hacer nada, las bufandas calentitas tapando el 60% de tu cabeza que, por más que nos empeñemos, no evitan las estalactitas en la nariz, los calcetines con 4 cm de grosor...
Todo ello sólo lo compensa el olor a tierra mojada cuando llueve, las tardes de charla junto al brasero y los fines de semana de peli y mantita.
Pero cuando el ocio se convierte en monotonía y estar dentro de casa estacionado en el sofá se vuelve desesperante para nuestros ratos libres, puede ser una gran idea realizar una labor que ejercite tanto la mente como la coordinación, por ejemplo el punto.
Esta labor lamentablemente está demasiado encasillada a una edad, un sexo, una técnica o un lugar, sin embargo, va mucho más allá que toda etiqueta posible y puede tener el mismo poder que una buena terapia, de hecho, existe la "Lanaterapia" si si, existe.
Se ha llamado "Lanaterapia" a la práctica de tejer con el objetivo de mejorar y fortalecer la salud. En varios países incluido el nuestro, la Lanaterapia ha dado muy buenos resultados en personas con depresión o niños con problemas de conducta o motrices, ya que desarrolla la perseverancia, creatividad y concentración entre otras habilidades. No sólo en lo individual se pueden observar mejoras, sino también en lo colectivo: en los grupos de tejido que se organizan, se fortalecen la empatía y el trabajo en equipo.
Tejer ejercita ambos hemisferios del cerebro. Los movimientos repetitivos que se deben hacer, tanto con agujas como con telares, fortalecen la coordinación. Esta actividad permite hacer una pausa en nuestro ritmo de vida, lo que además de disminuir el estrés, facilita que ordenemos nuestros pensamientos, que se fomente el esfuerzo, la paciencia y la disciplina para concluir algo iniciado por nosotros mismos. Por otro lado, pueden ser regalos perfectos, personalizados y personales para alguna persona a la que tengamos especial afecto. También destaca por ser económico y útil.
Este pasatiempo es muy versátil, ya que no sólo puede realizarse prácticamente en cualquier lugar, sino que también desarrolla nuestra creatividad: no hay límite de métodos o formas de tejer, ni de figuras o prendas por hacer.
Es importante recordar que para disfrutar de los beneficios de la Lanaterapia se deben tomar precauciones y no tomarse esta actividad a la ligera:
Por todo esto y mucho más os animo a practicar algo tan completo como la Lanaterapia. Y con este entretenimiento y ejercicio que nos mantendrá calentitos diremos con más ganas que nunca...
Pero cuando el ocio se convierte en monotonía y estar dentro de casa estacionado en el sofá se vuelve desesperante para nuestros ratos libres, puede ser una gran idea realizar una labor que ejercite tanto la mente como la coordinación, por ejemplo el punto.
Esta labor lamentablemente está demasiado encasillada a una edad, un sexo, una técnica o un lugar, sin embargo, va mucho más allá que toda etiqueta posible y puede tener el mismo poder que una buena terapia, de hecho, existe la "Lanaterapia" si si, existe.
Se ha llamado "Lanaterapia" a la práctica de tejer con el objetivo de mejorar y fortalecer la salud. En varios países incluido el nuestro, la Lanaterapia ha dado muy buenos resultados en personas con depresión o niños con problemas de conducta o motrices, ya que desarrolla la perseverancia, creatividad y concentración entre otras habilidades. No sólo en lo individual se pueden observar mejoras, sino también en lo colectivo: en los grupos de tejido que se organizan, se fortalecen la empatía y el trabajo en equipo.
Tejer ejercita ambos hemisferios del cerebro. Los movimientos repetitivos que se deben hacer, tanto con agujas como con telares, fortalecen la coordinación. Esta actividad permite hacer una pausa en nuestro ritmo de vida, lo que además de disminuir el estrés, facilita que ordenemos nuestros pensamientos, que se fomente el esfuerzo, la paciencia y la disciplina para concluir algo iniciado por nosotros mismos. Por otro lado, pueden ser regalos perfectos, personalizados y personales para alguna persona a la que tengamos especial afecto. También destaca por ser económico y útil.
Este pasatiempo es muy versátil, ya que no sólo puede realizarse prácticamente en cualquier lugar, sino que también desarrolla nuestra creatividad: no hay límite de métodos o formas de tejer, ni de figuras o prendas por hacer.
Es importante recordar que para disfrutar de los beneficios de la Lanaterapia se deben tomar precauciones y no tomarse esta actividad a la ligera:
- Se debe elegir un lugar con buena iluminación.
- Mantener una buena postura.
- Hacer descansos ocasionales (para favorecer el descanso de los ojos y las manos).
- No mojarse las manos inmediatamente después de tejer (ya que un cambio brusco puede afectar a los huesos).
Por todo esto y mucho más os animo a practicar algo tan completo como la Lanaterapia. Y con este entretenimiento y ejercicio que nos mantendrá calentitos diremos con más ganas que nunca...
¡Bienvenido Invierno!
Fuentes consultadas: The Beehive
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